LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS


"Vemos las cosas no como son sino como nosotros somos"

"Lo esencial es invisible a los ojos". Esa es una de las frases más celebres del libro "El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry. Dicha frase esconde tras de sí mucha más sabiduría y profundidad de la que pudiéramos llegar a imaginar.

En un mundo claramente marcado por las apariencias, tomar conciencia de que lo realmente es importante y que no se puede ver a simple vista, es de extrema importancia para nuestra salud física y sobre todo emocional.



Canción del musical "El Principito" (en catalán) 

La actualidad nos muestra claramente como, evidentemente, esto es así. Los hechos acaecidos en Barcelona recientemente, o antes en Bruselas, París, Londres, Niza, Nueva York,... son un claro ejemplo de la falta de miras más allá de la realidad visible. Nos quedamos con una visión parcial de un mundo dividido entre buenos y malos sin llegar nunca a profundizar en el por qué de las cosas y perpetuando hasta el infinito las consecuencias de nuestra falta de visión.

Y no sólo vale esta afirmación para hechos tan luctuosos: en ejemplos de nuestro día a día, cotidianos, no queremos hacer visible lo invisible. Mujeres que están con esposos maltratadores, maridos que soportan mujeres abusivas, hijos que aceptan actitudes claramente irrespetuosas por parte de sus padres en edades adultas. O en nuestras decisiones del día a día: nos enamoramos de personas que, claramente desde fuera es evidente que no es una relación sana ("hay ojos que se enamoran de legañas"), comemos aquello que no nos conviene, nos relacionamos con el otro de manera a menudo poco saludable. O decidimos que enfermedades como desde un resfriado, pasando por una gripe, asma, diabetes, etc son una desgracia que nos ha sobrevenido como algo que viene de fuera y que nos ha asaltado a modo de un atracador al acecho de escoger el momento preciso para el ataque en forma de virus o bacterias o como un "mal divino". O que el cáncer es un "mal feo" (aún hoy en día, cuando alguien perece de cáncer, se dice que "murió de una larga enfermedad", como si fuera una vergüenza decir esta palabra). O para nuestras decisiones del día a día más banales como qué escogemos para comer, qué amigos hacemos, qué lugares decidimos para ir de vacaciones o qué programas de televisión vemos o qué libros decidimos leer. Todo ello parece que es así, y no hay más. Pero la realidad es mucho más profunda. Y luego, vienen las sorpresas: profesores o profesoras que habiendo tenido de niñ@s a determinad@s alumn@s que en el momento de hacerse adultos cometen actos injuriosos que se preguntan cómo puede ser ya que "eran tan simpáticos y educados", o ese vecino o vecina que se sorprende que tal vecino haya asesinado a su esposa o pareja si es que "era un hombre tan encantador que nunca dió ningún problema".

Recreación del Principito en las fiesta de Gràcia de Barcelona de 2017

Para empezar, el momento de la gestación, y el parto son cruciales en esas decisiones que tomamos y en las actitudes que en el futuro tomaremos como adultos. En el ya mencionado libro en otro artículo ¿Quién hay ahí? del Dr. Josep de Haro Lícer, se describen toda una serie de hechos más que importantes para empezar a comprender qué ocurre y como nos afecta ese importante momento en lo que será el futuro ser humano adulto (de hecho, ya existe la psicología fetal). Quiero destacar pues las ideas más importantes a este respecto que describe este magnífico libro:
  • "Cuando una mujer sabe exactamente que está embarazada, ha transcurrido como mínimo un mes desde la concepción. Un tiempo suficiente como para que el embrión haya iniciado la estructuración de su propio cerebro". Así pues, imaginemos hasta qué punto, sin saber que se está embarazada, una mujer puede afectar al correcto desarrollo del cerebro, y por tanto de sus actitudes, de su futuro hij@.
  • "La realidad de cada uno de nosotros en calidad de progenitores (nuestro estado de ánimo, situación emocional, laboral, nivel de estrés, relaciones sociales, familiares, e incluso nuestro historial médico y hábitos tóxicos) va a influir en el momento de la relación sexual, en el momento de la concepción y en el desarrollo del nuevo ser."
  • "Una función vital del tacto es la caricia, que se halla vinculada con la supervivencia". ¡Y que poco y mal nos tocamos! (hasta tal punto el tacto está mal visto en nuestra sociedad que hace muchos años, trabajando como enfermero en Liverpool, Inglaterra, hablando con mi supervisora, en un momento dado, le toque el antebrazo a modo de disculpas, y esta me espetó: "¡que sepas que por esto, en este país, podrías ir a la cárcel!").
  • "Según una interpretación libre de Blaise Pascal podríamos decir que: 'la mayor parte de los errores de interpretación del universo de lo real provienen no de los malos raciocinios basados en las percepciones bien estudiadas, sino de los raciocinios bien establecidos basados en las percepciones mal observadas'. Es decir, todo radica en que la percepción sea lo más correcta posible, más incluso que un raciocinio correcto sobre ella. Y ello nos acerca más fácilmente al mundo de nuestra vida fetal."
Portada del libro ¿Quién hay ahí? del Dr. Josep de Haro Lícer
  • "La atención que nos dedican cuando somo fetos, la dedicación en tiempo, el tenernos presente, el estar por nosotros, con nosotros y para nosotros, en definitiva, tomar conciencia de todo lo que vamos exponiendo tiene un impacto nada despreciable. Lo podemos comprobar por medio de un estudio realizado en 500 mujeres, de las que una tercera parte no pensaban casi nunca en su hijo en gestación. Los hijos de esas madres eran de peso inferior al normal, padecían más alteraciones digestivas y nerviosas, y lloraban mucho más. Es más, se ha podido comprobar la existencia de una vinculación entre las alteraciones emocionales de la madre y las alteraciones psicológicas del niño".
  • "En el mundo animal, y especialmente en el mamífero, si predomina la ausencia de caricias aumenta el estado de irritabilidad, que se manifiesta a través de una mayor tensión muscular y mayor mortalidad. Las caricias producen en los seres en gestación, tranquilidad, seguridad, confianza y, aunque parezca increíble, aumentan los anticuerpos." (las negritas son mías).
  • "El deseo, la voluntad y la capacidad de llevar a cabo una opción de vivir, junto con la habilidad de imaginarlas, de 'preconcebirlas', son vitales para alcanzar la meta que se sueña. Sin sueños no hay metas, sólo hechos carentes de proyecto y, por lo tanto , de sentido de  anhelo y consecución."
  • "Se ha comprobado que en los matrimonios desdichados, los hijos ya de pequeños son cinco veces más asustadizos que los de padres felices" (la negrita es mía). 
  • "Se ha comprobado que los niños nacidos de madres estresadas de forma prolongada desde la 12 a la 22 de la gestación mostraban mayor ansiedad, déficit de atención e hiperactividad, mientras que los que durante su vida prenatal habían recibido atención sensorialmente más equilibrada crecían en la fase extrauterina con mejor desarrollo de sus destrezas."
Pero esto no queda ahí. Cuando nacemos, cuando el bebé pasa a través del canal del parto queda impregnado de millones de bacterias que se alojaron en la vagina de la madre poco antes de dar a luz. Dichas bacterias son de una importancia fundamental para el futuro del niñ@ en muchísimos aspectos. Sabemos que los niñ@s nacidos por cesárea tienen un sistema inmunológico más débil y son mucho más propensos a sufrir de enfermedades como asma o alergias. Pero recientemente, la importancia de estos invisibles compañeros de viaje que son las bacterias, sabemos que va mucho más allá. Se sabe que según el estado emocional de una madre en el momento del parto influirá directamente sobre esa microbiota vaginal, y por ende, en el estado emocional del bebé y futuro niño, adolescente y adulto (leer artículo) (leer artículo). La salud mental se verá también influenciada por este importante aspecto (leer artículo).

Documental sobre la importancia del microbioma en nuestra salud

Así pues, todas esas experiencias vitales previas al nacimiento, preparan el nido de los que serán los patrones actitudinales de ese futuro niño o niña. Y esos patrones son los que más adelante serán los responsables de que suframos un tipo u otro de enfermedades o que tengamos unas actitudes y no otras en nuestras vidas. De hecho, cuando desarrollé el método de EMONUTRICIÓN, lo desarrollé con esta idea: para dar a la población los conocimientos mínimos necesarios para que tomaran conciencia de sus patrones actitudinales y comprendieran por qué solemos enfermar de unas cosas y no otras y qué alimentos y plantas medicinales podemos tomar para minimizar los efectos de estas emociones que, desde los inicios de nuestra vida, nos afectan. Aunque, por supuesto, una vez que hemos nacido, nuestro entorno también tendrá una importancia vital para que se manifieste o no todo aquello que está latente en nuestro interior en forma de infinitas posibilidades tal y como la epigenética se ha encargado ya de demostrar (no olvidemos que realmente, los cambios genéticos que debemos considerar, son los que se producen en nuestro microbioma, que es 10 veces superior al número de células de nuestro cuerpo y de ahí de nuevo la importancia del tacto y las caricias ya que en la piel hay una cantidad numerosísima de este microbioma). Y por supuesto que la toma de conciencia de uno mismo, la buena gestión de las emociones y una correcta alimentación son cruciales para que nuestra genética se exprese de la forma más adecuada para que seamos los individuos sanos y felices que todos desearíamos ser.


Vídeo en el que se explica como la alimentación cambian nuestros genes

Y a pesar de que estas cosas ya eran tenidas en cuenta en oriente hace algunos miles de años, en occidente, a pesar de que a nivel filosófico sí que era tenido en cuenta, desde un punto de vista clínico no se valoró lo vivido a nivel emocional hasta finales del siglo XIX gracias a los pioneros trabajos de los doctores Jean-Martin Charcot, Josef Breuer y Sigmund Freud (padre del psicoanalisis) de quien en 1962 se hizo una muy recomendable película, "Freud, pasión secreta (ver película)" en la que en un momento dado de la misma, el personaje que encarna al Dr. Josef Breuer define de manera muy gráfica como las emociones no expresadas de manera adecuada en su momento son caldo de cultivo para futuros problemas de salud (ir al minuto 25:55 de la película). Otra interesante película más reciente de la factoría Disney-Pixar, "Del revés (inside out)",  también nos habla de cómo nuestras emociones influyen en nuestras decisiones diarias (ver trailer).


Didáctico vídeo sobre la afectación de las emociones sobre nuestros genes

Por todo lo aquí expuesto, queda claro que hacer juicios de valor a la ligera sobre determinados asuntos del día a día es extremadamente delicado ya que hay implicados demasiados agentes invisibles a nuestros ojos pero de gran importancia para el devenir de los acontecimientos diarios.

Quiero terminar este artículo con palabras del Tao Te King (1), texto fundamental de la filosofía china, que dicta en uno de sus capítulos lo siguiente:

No favoreciendo a los mejores,
se evita la discordia en el seno del pueblo.
No acumulando tesoros,
se evita que el pueblo robe.
No exhibiendo riquezas,
se evita la confusión en los corazones.

Por eso el sabio, al gobernar,
vacía de deseo los corazones y llena los estómagos,
debilita las ambiciones y fortalece los huesos.
Mantiene al pueblo alejado del conocimiento de lo malo
y del deseo de lo bueno
y procura que los astutos no tengan oportunidad de intervenir.
Practica el no-hacer
y de esa forma todo se reconduce.

Esos "tesoros" y "riquezas" que tan visibles hacemos a menudo para mostrar a los demás quiénes somos (o quiénes querríamos ser) son los responsables de tanta desdicha en el mundo. Un mundo dónde nos obsesionamos en tener y no SER. Por eso, de nuevo, este pasaje del Tao Te King se hace tan adecuado, dónde se muestra que, otra vez, lo invisible (lo que contiene nuestro estómago y nuestro cerebro a través de lo que pensamos o sentimos) es más importante que el resto de cosas.

Formador y consultor en salud
Creador del método de EMONUTRICIÓN

(1) Lao Tse. Capítulo III,  El Libro del TAO. Editorial RBA. 2006. 

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