SUICIDIO INCONSCIENTE

"La vida es un bien escaso en el universo que conocemos. Dicho pensamiento es la base de este libro y de él se desprende, tanto el gran respeto que le debemos a la poca vida que compartimos con el resto de personas y de los seres vivos existentes en nuestro planeta, como el hallazgo cada vez más acuciante de comprender que el universo que nos rodea es la única enciclopedia real de la que podemos aprender y educar, siempre que partamos de la naturaleza que nos rodea."

Así empieza el magnífico libro ¿Quién hay ahí? (más info sobre el libro), del Dr. Josep de Haro Lícer, un ensayo maravilloso sobre el acto de ser pensados, engendrados, desarrollados y traídos al mundo a través del "trauma" del nacimiento.

Y es que, efectivamente, la vida debe ser cuidada, respetada y amada.

Amar a los demás como a uno mismo. Eso es lo que rezan muchas corrientes filosóficas, sobre todo la cristiana. Pero, ¿cómo vamos a amar a alguien si no nos amamos de verdad? Hacemos cualquier cosa para no estar con nosotros mismos. Nos da miedo, a veces pánico, tomar conciencia de quienes somos y descubrir que no tenemos ni idea. O peor aún, cuando lo descubrimos, no lo soportamos y hacemos lo que sea por huir de ahí, de esa sensación de vacío existencial y de soledad que nos atenaza.

El cuerpo humano es como un planeta vivo en si mismo, con una riqueza de "flora" y "fauna" que nada tiene que envidiar a la riqueza del mismo amazonas o de cualquier zona de la madre naturaleza que pudieras pensar que es inmensamente rica. Y nos empeñamos en querer conservar las maravillas de la naturaleza, pero nos cuesta más cuidar la maravilla que representan nuestros cuerpos. Por eso, según como, a veces, podríamos considerar que estamos practicando un "suicidio inconsciente"¿Y por qué? Pues porque realmente no nos amamos. Y como no nos amamos, no nos respetamos. Y como no nos respetamos, no vigilamos lo que entra ni en nuestra boca ni en nuestra mente (el I CHING, un libro clásico de la cultura china conocido también como "El libro de los cambios o las mutaciones" lo designa con el hexagrama 27 que denomina "Las comisuras de la boca: la nutrición").

Monedas utilizadas para el uso del I Ching

Es por eso también que se dice que "si quieres ver el mundo cambiar, tu debes ser el cambio que quieres ver en el mundo". Para ello, es muy necesario hacer un trabajo de toma de conciencia, de introspección de todo aquello que hacemos durante el día, observando con qué intención lo hemos hecho. Esto incluye todos y cada uno de nuestros actos. Para empezar, debemos observar qué pensamientos tenemos. Por otro lado, debemos mostrar un gran respeto a nuestro medio de transporte que es nuestro cuerpo a través del la práctica de algún ejercicio físico diario (yoga, Tai Chi, caminar, ir en bici, bailar,...). Y por supuesto, el acto de nutrirse es uno de los que debemos tomar en mayor consideración ya que de ahí el cuerpo absorberá los materiales que necesita para mantener a nuestro Templo, nuestro medio de transporte, nuestro cuerpo en forma y poder cumplir con nuestro propósito en la vida con alegría y salud.

Para la primera parte de la toma de conciencia, para ser capaces de observar nuestros pensamientos, tenemos una extraordinaria herramienta: la meditación, que hoy en día, la ciencia, a través de la técnica del Mindfulness (que traducido sería algo así como, "plenitud mental") ha validado su poder (clica aquí para ver artículos científicos publicados sobre este tema). Os recomiendo muy encarecidamente que, si queréis conocer de la mano de un experto cirujano digestivo, el Dr. Mario Alonso Puig, practicante de Meditación o Mindfulness de hace más de 20 años y excelente comunicador, veáis el vídeo que os adjunto. 

El Dr. Mario Alonso Puig describe los beneficios del mindfullness

El siguiente aspecto al que quiero llevar la atención es al ejercicio físico: dice la Medicina Tradicional China, que "allí donde hay movimiento y llega la sangre, no puede haber enfermedad". Y es así de cierto y sencillo. Si hay alguna zona de nuestro cuerpo que habitualmente no se mueve y/o está mal irrigada (o sea, que no le llega oxígeno a través de la sangre), puede desarrollar cualquier enfermedad (un buen ejemplo es el cáncer, células que crecen en ambientes anaerobios, o sea sin oxígeno, con lo que allí donde llegue oxígeno, no podrá haber cáncer). Es por eso que hay que evitar a toda costa el sedentarismo. Y no hace falta grandes esfuerzos: caminar cada día a paso vivo 20 minutos moviendo no sólo las piernas sino también los brazos, ya hay más que suficiente. Y si no podemos caminar, ejercicios con los brazos también serían adecuados (hay evidencia científica de los efectos positivos del Tai Chi realizado en silla de ruedas).

Y el tercer aspecto al que quiero llevar la atención, es, por supuesto, a la nutrición. Comer es algo vital para nuestra vida, y dependiendo de lo qué comamos, ayudaremos más o menos a nuestro cuerpo a que se desarrolle de una manera adecuada facilitándole los procesos en virtud de los cuales ese cuerpo debe manifestarse. Es por ello que se hace tan importante y necesario que pongamos también conciencia de aquello que nos ponemos en nuestra boca (adjunto un vídeo creado por la Dra. Marta D'Lacoste, doctora de primaria y Tamara Sancho en el que nos explican de manera muy simple este aspecto).

Además, de nuestra nutrición depende la riqueza de nuestra flora intestinal, que es tan inmensamente rica como la flora de nuestro planeta, y de la que depende el correcto funcionamiento de nuestra microbiota (de la que ya hablé en el artículo anterior). Y sólo hace falta darse una vuelta por los supermercados y ver qué productos llevan los carros: en general, aquellos que no serían beneficiosos para nuestra flora intestinal (para ver qué productos son los beneficiosos, ve al artículo anterior PLANTAS MEDICINALES Y EMOCIONES).

Por todo ello, podemos asegurar que, si en nuestra vida no ponemos conciencia en cada una de las cosas que hacemos, podemos considerar que estamos cometiendo un "suicidio inconsciente", y eso, el universo, tal y como decíamos al principio del artículo, no se lo puede permitir.