INDEPENDENCIA (EMOCIONAL)


En España estamos viviendo días muy convulsos debido al deseo de la comunidad autónoma de Catalunya de realizar un referéndum pactado con el Estado español para que dicha comunidad pueda decidir si quiere o no independizarse de España, lo que está conllevando a una situación de crispación debido a las decisiones tomadas en el seno de las autoridades catalanas y por la contundente respuesta del gobierno español ante dichas decisiones. Pero lo que es más preocupante son las consecuencias a nivel emocional que está teniendo sobre la población. Son decenas y decenas de personas que están decidiendo dejar grupos de WhatsApp o borrar a personas de sus redes sociales como puede ser facebook por la declaración de un tipo u otro de manifestaciones en un sentido u otro. Y eso es extremadamente triste emocionalmente hablando, más si tenemos en cuenta las consecuencias desastrosas que tiene sobre el cuerpo humano el sentir la emoción de la tristeza, que tarde o temprano llevará  a la rabia, la ira y la frustración. Y si esta es mantenida en el tiempo, acabará afectando de manera segura sobre nuestra salud, tal y como la psiconeuroinmunología de ha encargado de demostrar estos últimos años.

No es que no se pueda o se deba poder pedir la independencia, NI MUCHÍSIMO MENOS. Siempre debemos ir a buscar la mejor de las situaciones posibles en todas las circunstancias. Pero mejor si eso lo hacemos desde una actitud más positiva y pacífica y no tan beligerante como estamos viendo últimamente que conlleva a discusiones y malos entendidos con amig@s y/o familiares que son en última instancia los que en caso de pasar por problemas personales de importancia nos darán su apoyo. ¿Y por qué y para qué pelearnos por algo que está fuera de nuestro alcance cambiar?

Al final, todo, absolutamente TODO viene determinado por nuestras emociones. Recomiendo muy encarecidamente un documental sobre una experiencia educativa realizada con adolescentes en la que se ve claramente como nuestras emociones son las que nos hacen representar un determinado papel en el mundo y que bien gestionadas estas, pueden ser aprovechadas para tener actitudes más positivas y creativas ante los desafíos de la vida.


Y es que al final tenemos que centrarnos en lo que SÍ que podemos cambiar. Se dice y se repite que si quieres cambiar el mundo, sé tu ese cambio que quieras ver en el mundo. Busquemos pues nuestra independencia interior lejos de creencias limitantes forjadas por el miedo durante los diferentes períodos de nuestra vida y que nos han impedido desarrollarnos como seres humanos completos autosuficientes y autoindependientes. Al fin y al cabo, hoy en día, en un mundo globalizado como en el que vivimos, poca importancia tiene de dónde vengo y a dónde voy ya que una herramienta como la que ha supuesto internet, las fronteras en muchos niveles se han roto. Tal y como decía, la ciencia demuestra que vivir en el miedo, la rabia, la ira y la confrontación nos enferma y nos aleja de un estado de salud completo y empeora las enfermedades ya instauradas. Pero si eres un ser humano dotado de buena autoestima, autosuficiente, autoindependiente que se conoce y sabe cuál es su sitio en el mundo y lo que ha venido a hacer, viva o no en un país independiente será capaz, seguramente, de vivir una buena vida si sabe explorar esas capacidades que tiene (que todos tenemos). Y eso sólo lo podemos conseguir si estamos en la búsqueda constante de nuestra independencia interior, en la búsqueda de nuestra verdadera esencia, fuente de auténtica felicidad y abundancia en nuestra vida.




"El verdadero independentista es el que no depende de nadie."

Formador y consultor en salud
Creador del método de EMONUTRICIÓN

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