ANTES DE ENFADARNOS, CONTEMOS HASTA 10...


La ira y el enfado son emociones naturales que debemos aprender a gestionar de manera positiva. Si mantenemos estas emociones de manera continuada, nuestra salud se verá muy afectada, manifestándose de maneras muy diversas. Estas manifestaciones pueden ir de un  simple picor en la piel a sufrir infartos agudos de miocardio que pueden poner en peligro nuestra vida, pasando por infecciones de repetición o ser caldo de cultivo de procesos neoplásicos debido a los procesos pro-inflamatorios originados por la tensión mantenida que disminuye la capacidad de nuestro sistema inmune de hacer frente a los desequilibrios naturales que día a día sufrimos. 

Fuente de la foto Pixabay

Otros efectos secundarios de vivir enfadado son la posibilidad de tener más posibilidades de sufrir diabetes, alteraciones de la presión arterial y dolores de cabeza y migraña más frecuentes (leer artículo).

El Dr. James W. Prescott (ver enlace) estuvo más de 50 año investigando las causas y efectos de los orígenes de una vida en paz o violencia y las dramáticas consecuencias que ello puede tener como causas de depresión, agresión y abusos. El Dr. Prescott identificó la falta de contacto físico como agente primario causal de estos estados mantenidos de enfado y violencia (ver estudio).
Foto procedente de Pixabay

Para tomar conciencia de nuestro estado de continuo enfado sería interesante dedicarnos momentos de meditación y contemplación así como deberíamos también intentar buscar el contacto físico a modo de abrazos sinceros. Y si no los recibimos de manera espontanea, siempre hay la posibilidad de pedirlos.

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Formador y consultor en salud
Creador del método de EMONUTRICIÓN

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